Ser artista conlleva muchos desafíos a nivel empresarial y logístico. Por eso, contar con un manager musical puede ser clave para alcanzar el éxito. Un buen manager se encarga de todo lo relacionado con la gestión comercial, permitiendo que el artista se enfoque en su faceta creativa. Pero ¿Qué implica realmente el papel de un manager musical? ¿Cuándo es el momento adecuado para contratar uno? Si decides convertirte en manager, ¿Por dónde debes empezar?
En términos amplios, el rol de un manager musical es mejorar la carrera del artista en todo lo relacionado con la parte comercial de la industria de la música. Sus responsabilidades abarcan desde la gestión financiera y la construcción de conexiones clave, hasta la supervisión de contratos, giras y todo lo referente al negocio musical.
Un buen manager musical se encarga de llenar los vacíos que el artista no puede cubrir por sí mismo, convirtiéndose en un socio estratégico que lo guía y respalda en cada etapa de su desarrollo profesional. Entre las principales responsabilidades de un manager, encontramos:
Gestión financiera: Llevar las finanzas del artista, incluyendo ingresos, gastos y regalías.
Establecimiento de conexiones clave: Construir y mantener una red de contactos en la industria musical.
Aseguramiento de acuerdos: Negociar y formalizar contratos con sellos discográficos, editoras, patrocinadores, etc.
Organización de giras y eventos: Planificar y coordinar las presentaciones en vivo del artista.
Asesoramiento estratégico: Brindar orientación en todos los asuntos relacionados con el negocio de la música.
Gestión de la imagen y el marketing: Cuidar la marca del artista y diseñar campañas de promoción efectivas.
En resumen, el manager musical se convierte en el director ejecutivo de la "empresa" del artista, encargándose de todos los aspectos empresariales para que este pueda concentrarse únicamente en su pasión: la creación musical.
¿Cuándo deberías contratar un manager musical?
Muchos artistas y bandas emergentes tienden a querer un manager desde el inicio de sus carreras, creyendo que esto les garantizará el éxito instantáneo. Sin embargo, esta no siempre es la mejor estrategia.
El momento adecuado para contratar un manager musical es cuando el artista ya ha logrado cierto nivel de consolidación y necesita apoyo para llevar su carrera al siguiente nivel. Esto ocurre generalmente cuando el músico ya no puede concentrarse plenamente en sus objetivos creativos debido a las demandas empresariales y logísticas que implica su crecimiento.
Según Fabbiene Leys, manager de Atom Factory, "tu manager es esencialmente el director ejecutivo de tu empresa. Por lo tanto, solo tiene sentido tener un manager cuando hay negocios que administrar". Si recién estás comenzando, tal vez aún no sea el momento de sumar un manager a tu equipo. Lo ideal es que primero te enfoques en establecerte y esperes hasta que sientas que realmente lo necesitas.
Dan Rutman, manager musical y director de Solitaire Recordings, te recomienda intentar manejarte a ti mismo primero para comprender mejor el rol. De esa manera, podrás tener una idea clara de lo que esperas de un manager cuando estés listo para dar ese paso.
Además de las consideraciones prácticas, también es importante sentir una conexión personal fuerte con tu posible manager. Después de todo, será alguien con quien trabajarás en estrecha colaboración durante un período prolongado, por lo que la compatibilidad y la confianza son fundamentales.
Cómo convertirse en un manager musical.
Si bien no existe una ruta académica específica para ser manager musical, sí hay ciertas habilidades y conocimientos que resultan clave para tener éxito en este rol:
Entendimiento del negocio de la música: Desde la historia de la industria hasta las tendencias actuales y futuras, es vital comprender cómo funciona el "music business".
Dominio del marketing musical: Saber cómo generar tráfico, construir una comunidad de fans y monetizar los talentos del artista.
Conocimientos legales: Tener claridad sobre temas como derechos de autor, marcas registradas y contratos musicales.
Habilidades empresariales: Manejar aspectos como proyecciones financieras, generación de leads, ventas y fijación de precios.
Habilidades blandas: Desarrollar competencias como mentalidad de abundancia, iniciativa, disciplina, visión estratégica, trabajo en equipo y liderazgo.
Convertirse en manager musical no es una tarea sencilla, pero puede ser sumamente gratificante si estás dispuesto a esforzarte y aprender constantemente. Recuerda que, al final del día, tu objetivo es convertirte en un socio estratégico que permita a tus artistas alcanzar sus metas creativas y profesionales.
Construyendo tu equipo.
En fin, construir un equipo de trabajo sólido es fundamental para cualquier artista musical que aspire al éxito. Dentro de ese equipo, el manager juega un rol crucial como el socio estratégico encargado de la gestión empresarial. Un buen manager musical te liberará de las tareas administrativas y logísticas, permitiéndote concentrarte en tu pasión por la música. Además, te brindará acceso a su red de contactos, asesoría legal, y una visión a largo plazo para hacer crecer tu carrera de manera sostenible.
Sin embargo, contratar a un manager no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Es importante elegir cuidadosamente a la persona adecuada, con quien puedas establecer una relación de confianza y trabajo en equipo. Una vez que hayas encontrado a tu manager ideal, asegúrate de contar con un contrato de management bien estructurado que proteja los intereses de ambas partes.
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