El reciente fallo judicial en el caso de Thomson Reuters contra Ross Intelligence ha reavivado el debate sobre el "uso justo" en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) y sus implicaciones para la industria musical. La doctrina del uso justo ha sido la principal defensa de empresas como Udio y Suno en controversias por el uso de material protegido por derechos de autor en el entrenamiento de sus modelos. Ahora que existe un precedente que no admite la aplicación de esta teoría, ¿Podría existir un revés en las controversias contra estas plataformas?
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El fallo a favor de Thomson Reuters, donde se determinó que Ross Intelligence no podía invocar la defensa de uso justo por utilizar contenido protegido para entrenar su IA, sienta un precedente significativo. Aunque este caso se centró en resúmenes legales, las implicaciones pueden extenderse a otros sectores creativos, incluida la música.
Este precedente podría influir en los litigios contra Suno y Udio. Si los tribunales aplican un razonamiento similar, es posible que determinen que el uso de grabaciones musicales protegidas para entrenar modelos de IA no constituye un uso justo, en especial si dicho uso afecta de forma negativa el mercado de las obras originales. Esto podría obligar a las empresas de IA a reconsiderar sus prácticas y buscar licencias adecuadas para el uso de contenido protegido. La doctrina del uso justo como defensa por las plataformas de IA generativa.
El "uso justo" es una excepción en la ley de derechos de autor que permite el uso no autorizado de obras protegidas en ciertas circunstancias, como crítica, comentario, investigación o enseñanza. En el contexto de la IA, las empresas han argumentado que el uso de material protegido para entrenar modelos constituye un uso justo, ya que consideran que sus sistemas transforman el contenido original en algo nuevo y diferente. En 2024, las empresas de IA generativa de música, Suno y Udio, fueron demandadas por las principales compañías discográficas, incluyendo Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music Group. Las discográficas alegaron que ambas empresas utilizaron grabaciones protegidas por derechos de autor para entrenar sus modelos de IA sin obtener las licencias correspondientes. En su defensa, Suno y Udio argumentaron que su uso de las obras estaba amparado por la doctrina del "uso justo", ya que las copias realizadas durante el entrenamiento eran intermedias y no accesibles al público, y los resultados generados no replicaban directamente las obras originales.
Anthropic tambien ha sido objeto de demandas por parte de editores de música que alegaban que la empresa habia utilizado composiciones protegidas para entrenar sus modelos de IA sin obtener las licencias correspondientes. Anthropic ha respondido que su uso de las obras está protegido por la doctrina del "uso justo". Sin embargo, la empresa creadora del modelo de inteligencia artificial Claude, ha llegado a un acuerdo para resolver parcialmente la demanda, estableciendo nuevos protocolos para proteger las letras de canciones. Estos casos muestran como la tensión entre innovación tecnológica y protección de los derechos de autor está en su punto álgido. El reciente fallo en el caso de Thomson Reuters contra Ross Intelligence podría tener repercusiones profundas en la industria musical y en cómo se manejan las controversias relacionadas con la IA.
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