Generar ingresos significativos a través de NFTs de futuros derechos de autor es una posibilidad, sin embargo, los compradores y vendedores deben ser conscientes de los riesgos potenciales que conlleva. Bill Werde, Director del programa Bandier de negocios musicales de la Universidad de Siracusa y antiguo Director Editorial de Billboard, ofrece un análisis de esta cuestión en su ensayo para Full Rate No Cap. Este ensayo se publicó inicialmente en su newsletter semanal gratuito de análisis de la industria musical.
En el espectáculo que se ofrece durante el Half-time de la Super Bowl, el público se emocionó cuando Rihanna empezó interpretando su canción de 2015 Bitch Better Have My Money. Sin embargo, nadie estaba más emocionado que los ejecutivos suecos responsables de anotherblock, una plataforma que ofrece participaciones en futuros derechos de autor de determinadas canciones en formato de NFT.
Y es que pocos días antes, se había llegado a un acuerdo para vender pequeñas fracciones de los futuros ingresos de dicha exitosa canción de Rihanna a distintos inversores. Los ejecutivos de la compañía, así como el productor musical que vendía sus derechos sobre el master de la canción, veían las ventas de estos en la plataforma y cómo iban obteniendo beneficios. De este modo, anotherblock se ha convertido en un ejemplo paradigmático del potencial que poseen este tipo de NFT respaldados por derechos, así como de los considerables interrogantes que suscitan.
Hasta aquí todo parece una compraventa de catálogo normal, con sus respectivos compradores de derechos (anotherblock) y vendedores (Rihanna). Sin embargo, el desastre llega cuando la propia cantante afirma que no tienen nada que ver con esta operación.
Según el contacto con alguien del equipo de management de Rihanna en Arizona que, debido al próximo espectáculo, no pudo centrarse en el asunto, no estaban al tanto de la venta y no había ninguna publicación de Rihanna ni en Instagram ni en Twitter promocionándolo. Lo que sí hizo fue colaborar con Deputy, productor acreditado y compositor de la canción Bitch Better Have My Money .
Según anotherblock, ellos vendieron una cierta cantidad del máster, por lo que podemos deducir que Deputy tiene una posible participación del 3% en el máster (esto suele oscilar entre el 4% y el 6% para un productor de primer nivel, aunque puede reducirse si participan numerosos productores; al menos cuatro productores están acreditados en la canción). En anotherblock, los inversores pudieron comprar una participación del 0,0033% de la participación de Deputy por 210 dólares cada uno, lo que equivale aproximadamente a una participación del 0,0099% de los derechos maestros del antiguo éxito de Rihanna.
Si se profundiza en el contrato, se observa que Deputy y anotherblock se llevarán a perpetuidad el 5% de la reventa de las NFT que inicialmente se vendían a 210 dólares, pero que ahora se revenden a un precio aproximado de entre 1200 y 1800 dólares. Esto significa que, cada vez que se revende una participación de la obra, las dos entidades se reparten una parte del dinero. Esta venta pone de relieve el empoderamiento de los artistas que puede proporcionar Blockchain, una noción que a menudo se ha discutido y posiblemente incluso exagerado. Sin embargo, no se sabe con certeza qué cantidad de este dinero se lleva anotherblock.
Aunque algunas partes de la venta no son tan positivas. Para empezar, la empresa afirma que el rendimiento inicial de la inversión para una persona que pagó 210 dólares por el 0,0099% de los derechos maestros de una canción de Rihanna es del 6,5%. Sin embargo, es difícil llegar a una conclusión similar.
Así que veamos:
En las últimas cinco semanas, la canción se ha reproducido una media de 886.000 veces por semana, según Luminate. Si aplicamos la tarifa típica de unos 4.000 dólares por cada millón de streams, los ingresos generados por semana ascienden aproximadamente a 3.500 dólares. De esta suma, la parte principal recibe el 80%, lo que equivale a 2.800 dólares. Si Deputy obtiene el 3%, se queda con 84 dólares. En cuanto a la participación del 0,0033% de Deputy, equivale a algo menos de 28 céntimos por semana.
Está claro que hay muchas aproximaciones e imprecisiones en este cálculo y muchos detalles que siguen sin conocerse. ¿Deputy tiene un manager? Si es así, los ingresos deberían reducirse entre un 5 y un 15%. ¿Y un abogado o un gestor de negocios? Si es así, deberíamos reducir aún más la cifra. ¿Se trata de los derechos a escala mundial, y no sólo en EE.UU.? Si es así, los 28 céntimos semanales probablemente se eleven a 39 céntimos, ya que había una relación de ingresos 60/40, EE.UU./resto del mundo, para el año completo anterior de 2021.
¿Cuál es el método y el porcentaje que recibe anotherblock como remuneración? Buscando en su página web no se encuentra la respuesta. ¿El 0,0033% tiene en cuenta todos los ingresos, incluso las licencias de sincronización?
La respuesta a estas preguntas puede aumentar o reducir los ingresos. Si nos quedamos con la cifra de 39 céntimos por semana, son aproximadamente 20 dólares anuales. Con impuestos, es probable que reciba unos ingresos anuales de entre 14 y 15 dólares. Teniendo en cuenta su inversión inicial de 210 $, tardaría unos 14 ó 15 años en recuperar el dinero. En consecuencia, o no se está entendiendo una parte crucial de las matemáticas y la compañía anotherblock tiene una definición de la tasa de rendimiento del 6,5% distinta a la que se percibe.
Por lo que se solicitó a un directivo de anotherblock y a su representante de comunicación que facilitaran datos numéricos explícitos y transparentes que pudieran demostrar de qué manera se cumplía su tasa de rentabilidad prometida. Sin embargo, -¡Sorpresa¡- se negaron a hacerlo.
Podríamos investigar más a fondo si las campañas promocionales y las publicaciones en las redes sociales relacionadas con la venta, en las que aparece una imagen de Rihanna, infringen sus derechos de imagen. Aunque en la letra pequeña del sitio se aclara que lo que se vende es una parte de los derechos de autor del productor, en el encabezamiento del sitio anotherblock sigue figurando el nombre de Rihanna, e incluso se menciona en todos los titulares relativos a la venta.
La venta del single probablemente demuestra por qué la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU) debería intervenir y proporcionar más instrucciones sobre estas ventas basadas en Blockchain que podrían afectar a los futuros derechos de autor de los artistas. Además, deberían ser más activos en el proceso. La SEC, el ente regulado financiero de Estados Unidos, debe proporcionar más orientación en relación con estas operaciones.
Hasta ahora, la SEC se ha desentendido principalmente de estas formas de venta, pero la mayoría de los especialistas informan que se están celebrando conversaciones en privado. Sin duda, la SEC ha hecho valer su autoridad sobre las entidades extranjeras que venden valores a compradores estadounidenses en el pasado.
Es importante ser consciente de que existen ventas reguladas por la SEC de futuros derechos de autor que no implican la tecnología Blockchain. SongVest, uno de nuestros principales partners lleva unos años ofreciendo este tipo de servicios, y JKBX, planea unirse a la batalla con la friolera de más de 4.000 millones de dólares en derechos para invertir que estarían disponibles a finales de este año.
Fuente: Music Business Worldwide
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