La innovadora plataforma se abre camino en el mundo de las inversiones musicales, obteniendo la aprobación de la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos para vender participaciones de regalías en éxitos de artistas reconocidos.
En un mundo donde los mercados financieros parecen trascender las fronteras tradicionales, la industria musical no se queda atrás. JKBX se presenta como una fusión única de finanzas y creatividad, permitiendo a compositores, intérpretes e inversores participar en el lucrativo negocio de las regalías musicales.
Fundada por Sam Handel y John Chapman de Dundee Partners, JKBX ha estado esperando pacientemente la aprobación de la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos desde su creación en 2022. La lista de inversores de la plataforma incluye nombres prominentes como Spotify, Red Light Management y Bertelsmann Digital Music, junto con el respaldo de entidades notables como Galaxy Digital y Valor Equity Partners.
Al frente de JKBX se encuentra Scott Cohen, conocido por su trabajo pionero como fundador de The Orchard y por su papel como director de innovación de Warner Music Group. A él se unen veteranos de la industria como Sam Thacker, Whitney-Gayle Benta y Scott Shipman.
La premisa de JKBX, ¿Cómo funciona la inversión en música?
La idea de JKBX es vender participaciones de regalías exclusivamente a compradores calificados. Esta calificación asegura un nivel de acumen financiero y estabilidad necesarios para navegar por las complejidades de la inversión en música.
La plataforma actualmente cuenta con 85 proyectos, con una parte importante centrada en el prolífico compositor y productor Ryan Tedder. Canciones como "Counting Stars" de OneRepublic atraen a los inversores, ofreciendo una porción del pastel de las regalías.
El concepto es tentador: imagina ser dueño de una parte de tu canción favorita, ganando dividendos trimestrales basados en su rendimiento. JKBX facilita esto al ofrecer acciones vinculadas a los pagos de regalías de canciones específicas. De este modo, ofrecen una mezcla única de recompensa financiera y conexión emocional con la música.
Existen otras plataformas que permiten participaciones en flujos de regalías con certificación de SEC como Songshares, a través de Songvest.
Desafíos y oportunidades de la inversión musical.
No obstante, el camino hacia las riquezas musicales no está exento de desafíos. La Regulación A impone criterios estrictos para los posibles inversores, requiriendo una riqueza sustancial o estado de inversor acreditado. Estos estándares altos actúan como una barrera de protección contra el riesgo indebido en un mercado inherentemente volátil.
Además, los inversores deben estar preparados para un compromiso a largo plazo, ya que JKBX aún no admite la reventa de acciones, aunque planea hacerlo disponible para fin de año.
A pesar de estos desafíos, el atractivo de la inversión en música persiste. JKBX representa más que una simple oportunidad financiera; es una manifestación del profundo impacto del arte en nuestras vidas y carteras. Ya sea un éxito de las listas de éxitos o una joya underground, el potencial de inversión en música no conoce límites en este valiente nuevo mundo de las finanzas.
Al vender participaciones de regalías a inversores calificados, JKBX está democratizando una clase de activos que estuvo reservada para inversores institucionales. Aunque la inversión en música viene con sus propios desafíos y riesgos, el potencial de recompensa financiera y conexión emocional con la música hace que valga la pena.
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