En el artículo de hoy os traemos 6 tips que todo artista debería tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una estrategia de branding efectiva en la industria musical.
Una marca no es un logo, una marca no es un packaging, una marca no es una campaña de publicidad. Ni siquiera una marca es lo que tú crees que eres como tal. Una marca es lo que los demás piensan que eres. Una percepción fundamentada sobre cómo te ven, qué sentimientos despiertas en su interior y qué dicen de ti cuando tú no estás escuchando. Nada es más importante que tu marca, porque precisamente es lo que te de define y encapsula tu misma esencia. Y saber gestionar estratégicamente tu marca es branding.
1. Contenido.
La primera C de los ingredientes del marketing es el contenido. Contenido por doquier. El contenido es el rey. Una de las características más importantes de un artista es la capacidad para crear contenido y no solo música. Cada vez más, los fans demandan un "extra", un valor añadido al producto inicial. Y no basta con crear por crear sin ningún objetivo, tiene que ser contenido que realmente sea relevante para el público. Para el público de ese artista en concreto (no olvidemos que el mensaje cambia dependiendo del público al que nos dirijamos).
2. Ciclo de vida.
La sociedad en la que vivimos sufre cambios constantemente, o nos adaptamos o quedamos obsoletos. La industria musical va por el mismo camino: sale el single, un poco de promo, sale el disco -si hay disco- gira y fin del ciclo de vida de ese producto. El ciclo de vida de un artista y su música es tan corto que tiene que reinventarse constantemente para abarcar la gigantesca oferta musical y la amplia demanda de su público, que puede dejar de escucharle a la misma velocidad con la que cambió la televisión por Netflix.
3. Coherencia.
Todo lo que tenga que ver con el artista debe estar conectado y alineado con su concepto de marca. Su marca personal debe estar presente en todos los aspectos de su vida. Es lo que queda cuando la canción termina, es lo que va más allá. Es lo que trasciente la barrera sonora. Toda la comunicación debe estar en consonancia con la identidad de marca y todas las acciones -ya sean de marketing o no- deben ser coherentes con lo que el artista busque transmitir. En definitiva, nada debe dejarse al azar.
4. Consistencia y constancia.
Sigue una estrategia y no tires la toalla a la primera de cambio. Prueba, prueba y prueba. En marketing lo llamamos test A/B. Prueba con todo y si algo no te funciona bien, cámbialo. Hay un largo camino que recorrer antes de ser creíble como artista.
5. Creatividad.
Como ya hemos visto antes, la cantidad de oferta musical hace, más que nunca, necesaria la diferenciación. Tu contenido y tu música debe enganchar a tu público objetivo, o lo que es lo mismo, generar engagement. Y esto solo se consigue con creatividad y más creatividad. Es importante ser disruptivo en la forma de contar las cosas. Cuidar la estética de todo lo que tiene que ver con tu marca no es solo un plus, si no que es un must.
6. Consumidor.
Y por último y lo más importante: los consumidores, los clientes, el target, las personas. Interactuar constantemente (a través de redes sociales, por ejemplo) con los que consumen tu música se traduce en fidelización y finalmente, esos consumidores pueden convertirse en prescriptores de una marca: tu marca.
"Tu marca es aquello que dicen de ti cuando tú no estás" Jeff Bezos, Director Ejecutivo de Amazon.
Así que ya sabes, si eres artista y todavía no te habías planteado que también eres una marca, ¡ha llegado el momento de que te pongas las pilas! Trabaja tu marca personal y empieza a construirla porque, al fin y al cabo, es -junto con tu música- lo que primero van a ver de ti.
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