La compañía ha estado trabajando en el desarrollo de herramientas de IA generativa para la creación de música, lo que ha llevado a negociaciones con las principales compañías discográficas. Al mismo tiempo, ha actualizado sus políticas para permitir que las personas soliciten la eliminación de videos donde se haya utilizado IA para imitar su apariencia o voz sin permiso. En este artículo, exploraremos las últimas medidas adoptadas por YouTube en relación con la clonación de voces a través de la IA.
La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la industria del entretenimiento, permitiendo la creación de contenido digital más realista y personalizado que nunca. Sin embargo, esta tecnología también ha planteado nuevos desafíos en torno a los derechos de propiedad intelectual y la privacidad de los artistas. YouTube, como una de las plataformas líderes en el mundo del video, ha tenido que hacer frente a estas cuestiones y ha implementado recientemente una serie de medidas para abordarlas.
1-La colaboración de YouTube con las discográficas.
YouTube se ha embarcado en conversaciones con las tres principales compañías discográficas para explorar la próxima fase del desarrollo de IA generativa de música. Esto se basa en el experimento "Dream Track" que involucró a diez artistas y un pequeño grupo de creadores de YouTube. Según las fuentes, YouTube está ofreciendo pagos a tanto alzado para atraer a artistas de renombre a participar en estos proyectos.
La idea es involucrar a docenas de artistas en la siguiente ronda de experimentos, aunque YouTube aclara que no busca expandir Dream Track, sino que está en conversaciones con las discográficas sobre otras iniciativas. Un ejecutivo de una de las discográficas señala que están "luchando" por capitalizar esta oportunidad, ya que muchos artistas se muestran reacios a trabajar con YouTube en una IA que pueda generar voces en su estilo y voz.
Universal Music ha elogiado previamente a YouTube por buscar colaborar con la industria musical en el desarrollo de herramientas de IA, en contraste con otras empresas tecnológicas que afirman poder entrenar modelos de IA generativa con música existente sin obtener permiso de las discográficas y editoriales musicales.
En agosto del año pasado, la discográfica respaldó el lanzamiento de un Incubador de IA Musical de YouTube y los "tres principios fundamentales de IA musical" de la plataforma. Posteriormente, en noviembre, se confirmó que tanto Universal Music como Warner Music estaban involucradas en el piloto de Dream Track, desarrollando una herramienta de IA que permitiría a los creadores de YouTube generar voces para sus videos con el estilo de artistas como Charlie Puth, John Legend, Sia, T-Pain, Demi Lovato, Troye Sivan, Charli XCX, Alec Benjamin y Papoose.
Es importante destacar que mientras se trabaja con docenas de artistas, las licencias de publicación se pueden otorgar canción por canción, como con las licencias de sincronización. Sin embargo, una vez que se trabaja con cientos e incluso miles de artistas, ese enfoque no funcionará y la empresa de IA deberá comenzar a negociar licencias globales con las editoriales musicales y las sociedades de recaudación.
En cuanto a las grabaciones, existe el debate sobre el grado en que se requiere la participación del artista cuando una discográfica es propietaria del copyright de una determinada grabación. Algunos grupos de artistas han instado a las principales discográficas a comprometerse a obtener siempre el consentimiento del artista antes de permitir que sus grabaciones se utilicen en el entrenamiento de IA, pero ese compromiso aún no se ha realizado.
Esto sugiere que las discográficas creen que pueden licenciar sus catálogos a las empresas de IA sin el consentimiento de los artistas, siempre que compartan cualquier ingreso con los artistas cuyas grabaciones se utilicen. Sin embargo, en proyectos como Dream Track, las discográficas deben ser más cautelosas, ya que al imitar la voz de un artista, se están explotando derechos más allá del copyright, incluyendo la personalidad y posiblemente los derechos de datos personales. Esto probablemente signifique que se requerirá el consentimiento del artista.
2-Políticas de eliminación de contenido de YouTube.
Recientemente, YouTube actualizó sus políticas para permitir que las personas soliciten la eliminación de videos donde se haya utilizado IA para imitar su apariencia o voz sin permiso. Esta actualización permite a los usuarios presentar quejas a través del proceso de solicitud de privacidad de la plataforma.
Las nuevas pautas establecen que "si alguien ha utilizado IA para alterar o crear contenido sintético que se parezca o suene a usted, puede solicitar que se elimine. Para calificar para la eliminación, el contenido debe representar una versión alterada o sintética realista de su semejanza".
YouTube considerará varios factores al evaluar las solicitudes de eliminación, como si el creador del video ha revelado que el contenido está alterado o es sintético, si la persona que presenta la queja puede ser identificada de manera única y si el contenido tiene un "valor de interés público".
A diferencia de cuando el contenido viola las Pautas de la Comunidad de YouTube, la eliminación de un video bajo este nuevo sistema no resultará automáticamente en una queja contra el canal del creador. Sin embargo, YouTube puede tomar medidas contra un creador que cargue repetidamente videos que se eliminen bajo estas nuevas Pautas de privacidad.
Este problema se enmarca como algo que cae bajo las políticas de privacidad, en lugar de los derechos de autor o de personalidad, que han sido el foco de los debates legales en la industria musical. La comunidad musical insiste en que el entrenamiento de un modelo de IA con música existente, lo cual es necesario si el modelo va a imitar las voces de los artistas, debe ser autorizado por el propietario de los derechos de autor.
Los derechos de personalidad, en los países donde están consagrados en la ley, posiblemente ofrezcan más protección a los artistas, especialmente si no son propietarios de los derechos de autor de su música. Esto implica que una discográfica podría licenciar el trabajo de un artista a una empresa de IA y, sin las salvaguardas que ofrecen los derechos de personalidad, el artista podría quedar sin poder evitar que se creen clones de voz generados por IA.
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