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¿Alguna vez os habéis imaginado cómo serían las series y películas que vemos en Netflix si no tuvieran música? La música forma parte del cine desde sus inicios. Es algo tan intrínseco a él que ya ni nos damos cuenta de la cantidad de canciones que escuchamos en un solo capítulo de una serie. Pero, sin embargo, ahí están. En el artículo de hoy, hablamos de todo lo que hay detrás de las pantallas y analizamos cómo funciona el mundo de la sincronización musical.
La música nos ayuda a que entendamos claramente lo que el director nos intenta decir. Además, es una herramienta super potente para implicar emocionalmente al espectador a lo largo del audiovisual. La música puede, incluso, modificar el sentido de la imagen y, no solo empaca todo el producto final, sino que sin ella el producto directamente no funcionaría.
La música en un audiovisual.
La música ya sea en una película, anuncio publicitario, videojuego o serie, sirve para potenciar o clarificar la escena en cuestión, elevar la producción, modificar el sentido de la imagen, transmitir emociones, apoyar la historia, anticipar situaciones que están por venir (como en el caso de la típica película de miedo), implicar emocionalmente al espectador, y, en definitiva empacar todo el producto final para darle un sentido.
Dentro de un audiovisual, podemos encontrar cuatro tipos de música diferente:
Score o música incidental. Se trata de la música que suena ''de fondo'' y su función es la de crear una atmósfera para la acción. Se suele componer específicamente para la película/serie.
Música preexistente. Música que ya existe (por la cual hay que solicitar una licencia) o que no está hecha concretamente para el audiovisual. Más comúnmente conocida como música de librería o música libre de derechos.
Música diegética. Es la que pertenece al mundo de la ficción, es decir, la que convive en el mismo plano que los personajes y permite que estos interactuen que ella. Básicamente, la oyes tú y los personajes del audiovisual. Por ejemplo, cuando el protagonista está escuchando música en la radio o cuando en una escena hay una boda y los invitados están bailando en el convite.
Música extradiegética. Es la que está fuera del mundo del mundo de la serie o película y es añadida de manera artificial al desarrollo narrativo. O lo que es lo mismo, solo la oímos los espectadores.
¿Qué es un music supervisor?
¿Alguna vez os habéis parado a pensar en quien se encarga de poner la música a vuestras series preferidas? En España, la figura del supervisor musical no es muy conocida pero su trabajo es tan fundamental como el del director, ya que sin ellos no existiría música en el cine.
Un music supervisor o supervisor musical es un experto encargado de seleccionar, licenciar y, en definitiva, sincronizar la música que escuchamos en películas, series, anuncios o videojuegos. Proponen, negocian y se encargan de musicalizar cualquier contenido que necesite sonido. Además, actúan de intermediarios entre los usuarios de la sincronización (productoras, agencias, etc) y la industria musical (discográficas, editoriales o propietarios de derechos sobre la obra).
Por ejemplo, en España contamos con supervisores musicales muy potentes como Juan Tomás Tello (La Casa de Papel y Sky Rojo) y Omar Tenani (Lamborghini, MBC, La Liga y El País), entre otros.
¿Qué es una sincronización musical?
Como acabamos de ver, una sincronización -o sincro- es la fijación de una obra musical dentro de un audiovisual. Se trata de una modalidad de explotación (hablando de derechos) para la que se requiere la autorización sí o sí, por parte de los titulares de los mismos. Estos pueden autorizar su uso y licenciar su obra, o no. Ellos son los que deciden.
Para sincronizar una canción protegida por la ley de propiedad intelectual en cualquier medio se necesita el ''OK'' de dos partes:
Necesitamos la confirmación por parte de los propietarios de los derechos fonográficos o del máster de la canción. Normalmente son las discográficas o el propio artista (si es independiente).
Por otro lado, necesitamos la confirmación de los propietarios del copyright o derechos de autor. Estos pueden pertenecer al propio autor de la obra o a su editorial (bajo previo consentimiento).
Los supervisores musicales tienen que lidiar con las compañías editoriales y discográficas por separado para conseguir la autorización de ambas partes y, además, negociar la cantidad que quieren por derecho ambas partes.
Los precios por derecho pueden oscilar entre los $300 si se trata de un artista independiente, hasta los $500.000 si hablamos de una superestrella. La tarifa por derecho siempre se establece con MFN (Most Favourite Nation), lo que quiere decir que se tiene que establecer un mismo precio para los derechos del máster y para los derechos editoriales. O lo que es lo mismo: si tú (discográfica) pides $1500 por el máster y los de la editorial piden $3000, la cantidad se iguala a $3000 para las dos partes.
¿Qué es una sincronización musical?
1. La productora de la serie/película/publicidad/videojuego solicita una obra en concreto a ambas partes propietarias de derechos.
2. Si no se llega a un acuerdo con ese tema en concreto, se procede a solicitar alternativas. Puede suceder que no se licencien canciones por temas económicos (lo que piden los autores/artistas es demasiado) o por temas morales (se quiere usar el tema para una escena de sexo/drogas/violencia y el artista/autor no está de acuerdo).
3. En el caso de que se llegue finalmente a un acuerdo, se hace un pitch con todos los datos de la producción audiovisual y la obra musical elegida. En el caso de una serie estos datos serían: obra, autor, título de la serie, emisiones por semana, productora, cadena, número de capítulo, uso en minutos y segundos, medios, período, territorio, sinopsis, descripción de la escena y tarifa (precio por copyright y máster).
¿Por qué sincronizar tu música si eres artista o autor?
En primer lugar y más importante, si eres una persona relativamente lógica, vas a querer licenciar tu canción por motivos económicos obvios, ya que puede suponer una vía de ingresos muy importante para el autor/artista. Ganar dinero de forma pasiva, ¿Quién puede resistirse? ¡Ah! Y no debemos olvidar que, no solo se obtienen ingresos cuando se licencia la canción, sino que además, cada vez que se reproduzca el audiovisual donde tu tema está sincronizado, cobrarás royalties por comunicación pública. Eso sin tener en cuenta la exposición -dependiendo de la repercusión del audiovisual- a la que tu obra se verá sometida cuando se sincronice.
En definitiva, música y cine son dos palabras que por más que queramos separarlas, pierden el sentido si no van de la mano. En el artículo de hoy, hemos podido ver todo lo que hay detrás de la música que suena en nuestras pantallas y la importancia que esta tiene para empacar el producto que llega al consumidor final. Si quieres ver un ejemplo de cómo influye la música en el cine, te recomendamos que veas el video que te hemos dejado aquí abajo. ¡Nos leemos en comentarios!