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Foto del escritorAlba Pelegrin

¿Qué se necesita para que una canción generada por IA califique para un Grammy?

En la industria musical, la inteligencia artificial (IA) ha generado una gran cantidad de drama y confusión. Desde canciones generadas por IA que suenan sorprendentemente similares a artistas reconocidos hasta la utilización de la IA para mejorar la calidad de grabaciones históricas, el impacto de esta tecnología en la música es innegable. Sin embargo, surgen preguntas sobre cómo calificaría una canción generada por IA para los premios Grammy y cuáles son los problemas legales asociados. En este artículo, exploraremos los aspectos clave que se deben considerar para que una canción generada por IA pueda calificar para un Grammy.



El caso de Ghostwriter y su canción "Heart on My Sleeve".


Un ejemplo notable es la canción "Heart on My Sleeve" del misterioso músico Ghostwriter. Esta canción utilizó la IA generativa para crear versos falsos que suenan de manera sorprendentemente similar a Drake y The Weeknd. Sin embargo, la elegibilidad de esta canción para los premios Grammy ha generado mucha confusión. Al principio, parecía que la canción no calificaría y fue eliminada de las plataformas de streaming poco después de su lanzamiento en abril. Luego, parecía que sí calificaría, luego no, y finalmente se confirmó que sí calificaría, pero solo después de que el artista eliminara los versos falsos de Drake y The Weeknd.


Este caso ilustra las complicaciones que la IA ha introducido en la industria musical. La canción generada por IA de Ghostwriter plantea problemas legales debido al uso de grabaciones con derechos de autor para "entrenar" la IA. Aunque la canción fue escrita por un creador humano, las voces no fueron obtenidas legalmente ni autorizadas por los artistas o las discográficas, y la canción no está comercialmente disponible. Estos factores hacen que la canción original de Ghostwriter no sea elegible para un Grammy.



Distinciones en el uso de la IA y los Grammy.


El caso de Ghostwriter resalta las diferencias en el uso de la IA en la música en esta etapa temprana. Por un lado, tenemos la canción de los Beatles, que fue creada completamente por seres humanos y solo utilizó la IA para eliminar el ruido de fondo de una grabación original de John Lennon. En este caso, nadie clonó a John Lennon ni utilizó la IA para escribir, cantar o crear la canción en sí misma. Por otro lado, Ghostwriter utilizó la IA generativa para crear letras y melodías de Drake y The Weeknd sin ninguna contribución consciente de esos artistas.


La distinción clave es que Ghostwriter utilizó grabaciones con derechos de autor de Drake y The Weeknd para entrenar la IA. Aunque una voz en sí misma no es objeto de derechos de autor, el uso de grabaciones con derechos de autor para entrenar la IA puede constituir una infracción de derechos de autor. Esto plantea preguntas sobre la responsabilidad legal de los creadores de canciones generadas por IA y cómo se pueden abordar los problemas de derechos de autor en este contexto.



Grimes y la utilización de su voz en canciones generadas por IA.


El panorama se complica aún más con el caso de la cantante canadiense Grimes. Grimes no solo invitó a otros músicos a utilizar su voz en sus canciones originales, sino que también creó un software llamado Elf.tech que contiene grabaciones de su voz para facilitar el proceso. Sin embargo, Grimes exige el 50% de los derechos de autor de la música grabada que se genere a partir de su voz. A diferencia de Ghostwriter, Grimes se encuentra en terreno legal sólido porque no reclama derechos de autor sobre el sonido de su voz en sí, sino sobre esas grabaciones específicas de su voz.


Este caso plantea la cuestión de cómo se pueden establecer licencias para el trabajo creativo utilizado por la IA. Una vez que se encuentre una forma de licenciar el trabajo creativo utilizado para entrenar la IA, es probable que las canciones generadas por IA puedan estar disponibles comercialmente sin violar los derechos de autor. La industria musical ha enfrentado desafíos similares en el pasado, como el muestreo de música, y ha encontrado soluciones para garantizar el respeto de los derechos de autor y la compensación justa para los creadores.



Precedentes legales y el futuro de la IA en la música.


Es interesante observar que existen precedentes legales relacionados con grabaciones que se asemejan al estilo de ciertos artistas. En las décadas de 1980 y 1990, Bette Midler, Tom Waits y Astrud Gilberto presentaron demandas exitosas contra marcas que utilizaron vocalistas que los imitaban en comerciales. Estas demandas se basaron en el derecho de publicidad, que protege el nombre e imagen de figuras públicas contra la explotación no autorizada con fines comerciales. Sin embargo, es importante destacar que estos casos se centraron en anuncios publicitarios y no en canciones lanzadas comercialmente.


El futuro de la IA en la música y su elegibilidad para los premios Grammy dependerá de la resolución de cuestiones legales y de derechos de autor. A medida que se establezcan licencias y se defina el marco legal para la utilización de la IA en la creación musical, es probable que veamos una mayor aceptación y reconocimiento de las canciones generadas por IA en los premios Grammy y en la industria en general.


La relación entre la inteligencia artificial y la música está en constante evolución. El futuro de la IA en la música dependerá de la resolución de estos problemas legales y de derechos de autor. A medida que se establezcan licencias y se defina el marco legal para la utilización de la IA en la creación musical, es probable que veamos una mayor aceptación y reconocimiento de las canciones generadas por IA en los premios Grammy y en la industria en general.

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