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Foto del escritorMaría José Clutet

Sony Music envió cartas a más de 700 empresas de IA exigiendo que se respeten sus derechos de autor.

La compañía de música estadounidense envió cartas a más de 700 empresas de IA, declarando su oposición al uso no autorizado de su contenido para el entrenamiento de sistemas de IA. A medida que esta tecnología se convierte en una herramienta cada vez más poderosa para la creación, la industria musical se enfrenta a un dilema: ¿Cómo pueden los artistas y compositores beneficiarse de estos avances?



En una declaración pública, SMG y sus filiales, Sony Music Publishing (SMP) y Sony Music Entertainment (SME), han dejado claro que, a menos que se les otorgue una autorización específica y explícita, prohíben y se desvinculan de cualquier tipo de minería de texto y datos, raspado web o reproducciones, extracciones o usos similares de su contenido.


Esto incluye, entre otros, composiciones musicales, letras, grabaciones de audio, grabaciones audiovisuales, obras de arte, imágenes y datos, con el fin de entrenar, desarrollar o comercializar cualquier sistema de IA. Es decir, la compañía ha dejado en claro que no tolerará ningún uso no autorizado de su propiedad intelectual.


El impacto de la Ley de IA de la Unión Europea.


La decisión de Sony Music está relacionada con la reciente aprobación -por parte del Parlamento Europeo- de la Ley de Inteligencia Artificial. Esta nueva regulación, exige que los desarrolladores de tecnología de IA mantengan un registro y divulguen públicamente los materiales utilizados para entrenar sus modelos.


Además, la ley incluye un principio tomado de la Directiva de Derechos de Autor de 2019, que requiere que los desarrolladores de IA obtengan permiso de los titulares de derechos de autor si estos han optado por no participar. Esto ha sido criticado por algunos grupos de la industria musical, quienes argumentan que el principio debería ser de "opt-in", es decir, que se asuma que el material con derechos de autor no puede utilizarse para entrenar IA, a menos que el titular de los derechos otorgue permiso.


La Posición de Sony Music contra el esquema “Opt-Out”.


La carta de Sony Music a las empresas de IA y los servicios de streaming indica que la compañía no está dispuesta a aceptar un esquema de "opt-out". Consideran que esto socavaría las protecciones de los derechos de autor al trasladar la carga de obtener una licencia a los usuarios.


Según la carta, Sony cree que las empresas de IA que han estado utilizando su contenido sin autorización pueden haber violado los derechos de autor de la compañía. Por lo tanto, exige que estas empresas revelen qué contenido de SMG han utilizado y cómo lo han accedido y/o reproducido.


La posición de Sony Music no está aislada en la industria musical. Otros grupos, como la Asociación Nacional de Editores de Música (NMPA) de Estados Unidos, también se han pronunciado en contra de los regímenes de "opt-out" para el uso de material con derechos de autor en la IA.


Argumentan que un esquema de este tipo no sería viable, ya que habría demasiadas empresas de IA y aplicaciones para que los titulares de derechos de autor pudieran mantener el ritmo. Esto supondría una carga casi a tiempo completo para los propietarios de derechos, especialmente para los creadores individuales y las pequeñas empresas.


La contra-cara: La excepción de “Fair Use”.


Por su parte, algunas empresas de IA han argumentado que el uso de material con derechos de autor para entrenar modelos de IA debería estar cubierto por la excepción de "uso justo" en la legislación de derechos de autor.


Si se aceptara este principio, significaría que "ciertas empresas tendrían permiso para apropiarse de todo el valor producido por el sector creativo sin autorización, y construir grandes negocios basados en ello sin pagar nada a los creadores involucrados", según declaró Dennis Kooker, presidente de Negocios Digitales Globales y Ventas en EE. UU. de SME.


Si bien Sony Music se opone al uso no autorizado de su contenido por parte de las empresas de IA, la compañía no se considera ajena a los avances de esta tecnología. De hecho, ha estado abrazando el potencial de la IA producida de manera responsable como una herramienta creativa que puede revolucionar la forma en que los compositores y artistas graban música.


Prueba de ello es que el año pasado, SME contrató a su primer vicepresidente ejecutivo de Inteligencia Artificial, Geoff Taylor, y lanzó un proyecto con la banda The Orb y David Gilmour de Pink Floyd que permitía a los fans remezclár su música utilizando herramientas de IA.


Reacciones de la industria musical.


La decisión de Sony Music de enviar cartas a más de 700 empresas de IA tiene implicaciones significativas para toda la industria musical. Establece un precedente claro de que los titulares de derechos de autor no tolerarán el uso no autorizado de su propiedad intelectual, incluso en el contexto del desarrollo de la IA.


La declaración de Sony Music ha generado reacciones mixtas en la industria. Algunos aplauden su posición firme en defensa de los derechos de autor, mientras que otros expresan preocupación por el posible impacto en la innovación y el desarrollo de la IA.


Esto plantea importantes preguntas sobre cómo la industria musical y el sector de la IA pueden colaborar de manera mutuamente beneficiosa, respetando al mismo tiempo los derechos de los artistas y compositores. ¿Será posible encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de la propiedad intelectual?


Por ejemplo, la Confederación Internacional de Editores de Música (ICMP) ha lanzado un portal para que los editores puedan detallar formas de IA utilizadas en sus creaciones musicales. Esto permitirá a los editores tener un mayor control sobre el uso de su contenido en el contexto de la inteligencia artificial.


Por otro lado, algunas empresas de IA han expresado su disposición a colaborar con la industria musical y respetar los derechos de autor. Han propuesto la creación de acuerdos y licencias específicas para el uso de contenido protegido por derechos de autor en el desarrollo de sistemas de IA.


Además, se han propuesto soluciones tecnológicas como marcas de agua y sistemas de seguimiento de contenido para rastrear y proteger la propiedad intelectual en el ámbito de la IA. Estas soluciones podrían ayudar a garantizar que los derechos de autor se respeten y que los artistas y compositores reciban el reconocimiento y la compensación adecuados por su trabajo.


En última instancia, no olvidemos que la industria musical hoy se enfrenta al desafío de encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección de los derechos de autor en la era digital.

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