La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha vuelto a imponer una sanción significativa a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por conductas que distorsionan la competencia en el mercado de gestión colectiva de derechos. Esta última resolución, que impone una multa de 6,4 millones de euros, se suma a sanciones previas y refleja la determinación de las autoridades por restablecer la normalidad competitiva en este sector.
El caso se originó a raíz de una denuncia presentada por UNISON, una sociedad de gestión de derechos que compite con la SGAE en España. UNISON alegó que la SGAE estaba abusando de su posición dominante mediante el uso de tarifas planas y cláusulas de universalidad en sus licencias para emisoras de radio y televisión, lo que dificultaba la entrada de nuevos competidores. Tras una exhaustiva investigación, la CNMC ha concluido que estas prácticas de la SGAE efectivamente distorsionaban la competencia y ha ordenado su cese inmediato, junto con la prohibición de que la SGAE contrate con la Administración Pública.
El núcleo del problema radica en la forma en que la SGAE ha estructurado sus licencias para las emisoras de radio y televisión en España. Según la CNMC, la SGAE ha configurado un sistema de tarifas planas o "de disponibilidad" que obliga a la mayoría de las emisoras a pagar una tarifa fija, independientemente del uso real que hagan del repertorio musical de la SGAE.
Esta práctica tiene un efecto perjudicial para las emisoras, ya que no incentiva la búsqueda de alternativas más económicas. Además, dificulta seriamente la competencia de otras sociedades de gestión como UNISON, que podrían ofrecer tarifas más ajustadas al consumo real de los usuarios.
La CNMC también reprocha a la SGAE el uso de cláusulas de universalidad o de indemnidad, mediante las cuales la entidad garantizaba a los usuarios que gestionaba la totalidad de las obras musicales existentes. Según el regulador, estas declaraciones de presunta universalidad del repertorio de la SGAE y las cláusulas de indemnidad también reducen los incentivos de los usuarios para contratar con otros competidores.
El Impacto en el mercado y la competencia
Las prácticas anticompetitivas de la SGAE han tenido un efecto "excluyente" en el mercado, es decir, han dificultado la entrada y el crecimiento de competidores actuales y potenciales. Esto ha permitido que la SGAE mantenga y refuerce su posición dominante, en detrimento de la competencia y de los propios usuarios, como las emisoras de radio y televisión.
La resolución de la CNMC busca poner fin a esta situación irregular y contribuir a la normalización competitiva del mercado de gestión colectiva de derechos. Además de la multa de 6,4 millones de euros impuesta a la SGAE, la autoridad ha ordenado el cese inmediato de los comportamientos infractores.
Asimismo, la CNMC ha decidido aplicar a la SGAE la prohibición de contratar con la Administración Pública. Esta medida, cuya duración y alcance serán determinados por un órgano administrativo, podría impedir que la SGAE pueda suscribir contratos con la Administración central, autonómica, local o incluso con organismos públicos de radiodifusión.
Antecedentes y el papel de UNISON en la denuncia
Esta no es la primera vez que la CNMC sanciona a la SGAE por conductas anticompetitivas. En 2016, el regulador abrió un primer expediente sancionador (S/DC/0590/16) contra la entidad, que actualmente se encuentra en revisión por parte del Tribunal Supremo de España.
Adicionalmente, UNISON había reclamado daños y perjuicios derivados de esa primera oleada de actos anticompetitivos de la SGAE, y la Audiencia Provincial de Barcelona, a través de una sentencia de febrero de 2024, confirmó la obligación de la SGAE de indemnizar a UNISON por los daños causados.
La denuncia presentada por UNISON ante la CNMC ha sido clave para desencadenar esta nueva investigación y sanción contra la SGAE. Esta nueva sociedad de gestión de derechos, ha sido un actor fundamental en la lucha por la apertura del mercado y la promoción de la competencia en el sector.
Según UNISON, las estrategias anticompetitivas de la SGAE, como las barreras a la transferencia de miembros y las dificultades para negociar acuerdos de licencias, han buscado dificultar su entrada y consolidación en el mercado. La CNMC ya había sancionado previamente a la SGAE por estas prácticas, confirmando los argumentos de UNISON.
Implicancias y pasos a seguir
La resolución de la CNMC supone un hito importante en la lucha por la competencia en el mercado de gestión colectiva de derechos de autor en España. Al obligar a la SGAE a modificar su modelo de concesión de licencias y prohibirle contratar con la Administración Pública, se espera que se generen mejores condiciones para la entrada y el desarrollo de nuevos competidores como UNISON.
Sin embargo, este no es el final del camino. UNISON ha manifestado que continuará trabajando para consolidar una situación de normalidad competitiva en este mercado, lo que implicará velar por el cumplimiento de todas las resoluciones emitidas por los tribunales y autoridades de competencia, así como reclamar los daños y perjuicios causados por las prácticas de la SGAE.
Asimismo, es probable que la SGAE recurra la decisión de la CNMC, por lo que el proceso judicial aún podría tener desarrollos futuros. No obstante, la determinación del regulador y el respaldo de la justicia a las denuncias de UNISON sugieren que se avanza hacia un escenario más favorable para la competencia en el sector de la gestión colectiva de derechos en España.
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