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Foto del escritorMaría José Clutet

Tribunal da lugar a la demanda por infracción de derechos de autor del reggaetón: ¿Se puede plagiar un patrón rítmico?

Dos productores jamaicanos han desatado una tormenta en la industria musical al acusar a más de 150 artistas y 1.800 canciones de reggaetón de infringir los derechos de autor de un único ritmo creado en 1989. La decisión de un juez federal de permitir que la demanda avance ha generado un intenso debate sobre si un género musical completo puede estar sujeto a derechos de autor. Si bien por regla general se entiende que no, este caso podría dar vuelta la cuestión para siempre.



En el centro de esta controversia se encuentra una canción instrumental de 1989 llamada "Fish Market", creada por los productores jamaicanos Cleveland "Clevie" Browne y Wycliffe "Steely" Johnson. Según los demandantes, este trabajo pionero introdujo un innovador patrón de batería, conocido como el ritmo "Dem Bow", que se convertiría en la base rítmica fundamental del reggaetón.


Browne y Johnson, junto con los herederos de este último, han presentado una demanda sin precedentes alegando que innumerables artistas de reggaetón han copiado ilegalmente el ritmo "Dem Bow" de "Fish Market" sin obtener los permisos necesarios. Entre los acusados se encuentran nombres ilustres como Bad Bunny, J Balvin, Daddy Yankee, Zion y Lennox, Pitbull, Drake, Luis Fonsi y Justin Bieber.


Todo comenzó en el año 2021 con una demanda inicial contra unos pocos artistas. En la actualidad, se convirtió en una acción legal masiva que abarca a más de 150 artistas y 1.800 canciones de reggaetón. Los abogados de Browne y Johnson argumentan que todas estas canciones han copiado iteraciones del ritmo "Dem Bow" de manera ilegal.


Por su parte, los artistas acusados han presentado diversas mociones para desestimar la demanda, argumentando que el ritmo "Dem Bow" es demasiado básico y común para ser protegido por derechos de autor. Además, sostienen que la demanda busca "monopolizar prácticamente todo el género musical del reggaetón".


Los abogados de Bad Bunny, en particular, han sido enérgicos en su defensa, afirmando que la demanda carece de fundamento legal y busca un control injustificado sobre un género musical completo.


El avance del caso y su estado actual.


A pesar de los intentos de los artistas acusados por desestimar la demanda, el juez federal André Birotte Jr. ha rechazado estas mociones, afirmando que es demasiado pronto para determinar si el ritmo "Dem Bow" puede ser protegido por la ley de derechos de autor. Además, el juez ha considerado que la demanda cumple con los requisitos procesales necesarios.


Con la decisión del juez, el caso avanza hacia la fase de descubrimiento, donde ambas partes intercambiarán pruebas, tomarán declaraciones y buscarán testimonios de expertos. Esta etapa será crucial para determinar si el ritmo "Dem Bow" es lo suficientemente original y distintivo para ser protegido por derechos de autor.


Si Browne y Johnson logran demostrar que el ritmo "Dem Bow" es una creación original protegida por derechos de autor, las consecuencias para la industria musical podrían ser enormes. Los artistas que han utilizado este ritmo en sus canciones podrían verse obligados a pagar regalías o incluso dejar de usarlo por completo.


¿Un Precedente Peligroso?


Algunos expertos en la industria musical han expresado su preocupación por el posible establecimiento de un precedente peligroso. Si un ritmo musical puede ser objeto de derechos de autor, ¿qué impediría que otros géneros musicales enfrenten demandas similares en el futuro?


Por regla general, se entiende que las ideas, los elementos propios de un género, los colores, las formas, las notas, los acordes, los ritmos y los estilos no son materia de Derecho de Autor. Por ello, a medida que el caso avanza, surgen varias preguntas clave que aún no tienen respuesta:


  • ¿Es el ritmo "Dem Bow" lo suficientemente original y distintivo para ser protegido por derechos de autor? Esta será una cuestión crucial que deberá ser evaluada por expertos y el tribunal.

  • ¿Han utilizado los artistas acusados el ritmo de forma ilegal? Los demandantes deberán demostrar que los usos del ritmo "Dem Bow" en las canciones de reggaetón fueron efectivamente infractores y no estaban autorizados.

  • ¿Cuáles son los daños potenciales en este caso? Si se determina que hubo infracción, los demandantes podrían reclamar una compensación económica que podría alcanzar miles de millones de dólares.


Mientras el caso avanza, una cosa es segura: la decisión del juez ha puesto en tela de juicio el futuro del reggaetón tal como lo conocemos. Si Browne y Johnson tienen éxito, el género podría enfrentar cambios drásticos y una reestructuración completa de sus bases rítmicas.


Este caso destaca la importancia de proteger la innovación y la creatividad en la industria musical, pero también plantea interrogantes sobre dónde se traza la línea entre la inspiración y la infracción. ¿Hasta qué punto se puede considerar una creación musical como propiedad exclusiva?



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